PILDORITAS MUSICALES


60. Remberto Sotomayor.

 

Por: Arnold Tejeda Valencia.

 

Como todo instrumentista de aquellos grupos musicales de antaño, su nombre es de poco dominio entre el público de gozones con los ritmos que nos han identificado como seres caribeños. Pero si usted le antepone el remoquete de “el Pollo”, de pronto puede lograr que alguien entrado en años sepa de quién le está hablando si no lo confunde con “el Pollo” Gil, otro de los grandes trompetistas de Colombia que hizo una fructífera carrera en Venezuela. Esa es la historia de aquellos artistas sonoros que nunca tuvieron el privilegio de ser acreditados en sus respectivos trabajos discográficos, como en estos tiempos se hace con justicia.

 

Los directores, compositores y cantantes, eran los que se llevaban los méritos profesionales, pero los arreglistas y los músicos de base fueron  condenados al anonimato en esas épocas. Saber de ellos, por tanto, es una tarea dificultosa. Y para eso estamos quienes fungimos de animadores culturales, dirán muchos, arañando por aquí y por allá, para encontrar lo mejor de sus vidas artísticas. Bajo ese criterio, a continuación les expondré lo que he sabido del trompetista Remberto “el Pollo” Sotomayor, virtuoso músico con dicho instrumento.

 

El artista de este caso, nació en Turbaco (Bolívar) el 22 de noviembre de 1925, de la unión conyugal de Luis Sotomayor y Luisa García. Solo cursó hasta el cuarto grado de los estudios primarios en su natal municipio, algo común en esas comunidades precapitalistas azotadas por la pobreza y encerradas en sus bucólicos entornos. La mayor alternativa consistía en las labores del campo y el pequeño comercio, pero el joven Remberto se inclinó por la música al seguir los pasos de sus tíos maternos José Adán y Gilberto Arnedo; el primero director de la Banda de Arjona, y, el segundo, clarinetista de la misma.

 

En esa agrupación de músicos mayores estuvo cuatro años, aprendiendo y aplicando sus conocimientos con la trompeta. Pero hubo un hecho importante en su formación profesional: cuando ya sabía los pormenores en la ejecución del metálico instrumento, hizo cursos avanzados de música con Adolfo Mejía y Antonio María Peñaloza en la Escuela de Bellas Artes de Cartagena. Con el dominio del solfeo, la teoría musical, la armonía y la técnica trompetil, pudo, a sus 20 años, compartir con Roberto Lambraño y Joaquín Marrugo la cuerda de trompetas de la ya famosa Orquesta A N°1, dirigida por José Pianeta Pitalúa. Posteriormente, lo hizo al lado de Edrulfo Polo y Manuel Villanueva.

 

La orquesta cartagenera fue la institución que terminó por formarlo en sus tres largos años de incesante trabajo, motivo más que suficiente para que el maestro Juancho Esquivel lo llamara, a finales de 1948, para reanudar las actividades musicales de la Orquesta Emisora Fuentes, después de lo sucedido con la muerte del caudillo Jorge Eliécer Gaitán, que tanto impactó en todo el país. En esta orquesta estuvo hasta su liquidación a finales del decenio de los 50, pero con la suficiente libertad para hacer otros trabajos en los estudios de grabación con las orquestas Melodía, Pedro Laza y la de Rufo Garrido, además de reemplazar, en ciertas emergencias, a Nelson García en la Orquesta Emisora Atlántico Jazz Band, de Barranquilla.

 

Sus estadías en la Arenosa le permitieron hacer algunos trabajos con la Orquesta de Pacho Galán, aquella antes del merecumbé, de la que muy poco se habla, y ser, así mismo, uno de los integrantes de la Orquesta Almendra Tropical cuando fue disuelta la Orquesta Emisora Atlántico Jazz Band. Y por sus notables cualidades artísticas y personales, dirigió la Banda Departamental de Bolívar, mientras en la Banda de la Armada fue instrumentista solista. En Cartagena tuvo su propio grupo con músicos de su confianza, entre ellos el trompetista Orlando Fortich, que animó ingentes eventos en los mejores hoteles y sitios turísticos de La Heroica.


Su vocación hacia el magisterio le permitió fundar una academia para la enseñanza de la música en Turbaco, actitud de vida que fue premiada al ser nombrado profesor de Educación Artística en el Instituto Docente de Turbaco, entidad en la que alcanzó su merecida pensión. Y a sus 86 años, la temida Átropos lo visitó el 15 de enero de 2012 para cortarle su hilo vital.

 

Hablar de “el Pollo” Sotomayor es referirse a uno de los grandes músicos de Colombia con la trompeta. La técnica que le imprimió a su instrumento para interpretarlo le mereció los más altos elogios de los especializados  en estas lides, lo que podemos apreciar en dos de los muchos temas donde hizo unos atildados solos. El primero, es el titulado Usted tiene a mi mujer (Paseaíto: DRA), vocalizado por Julio Montero y con el concurso de otros dos solistas: Julio Rodríguez (bombardino) y Álvaro Cárdenas (saxofón), con la Orquesta de Rufo Garrido. El segundo, se trata de la cumbia instrumental Inspiración sabanera (Domingo López), grabada por la Sonora Curro, dirigida esta vez por Rufo Garrido, sobresaliendo también en esta grabación el solista Carlos Arnedo (clarinete).

 

Agradecimientos

 

Esta Pildorita pudo realizarse por las informaciones suministradas por el investigador Rogelio España y el coleccionista José Arcón, aportador además de los dos temas seleccionados, quienes complementaron los datos que Crescencio Camacho y “el Negrito” Madrid me habían hecho conocer algunos años atrás.

 

Barranquilla, 12 de agosto de 2019.

Usted tiene a mi mujer (DRA) Julio Montero y Orquesta de Rufo Garrido - Paseaito.

Inspiración sabanera (Domingo López) Instrumental - Sonora Curro - Cumbia.


59. Cascarita es Cascarita.

 

Por: Jaime Suarez C.

 

En agosto de 2019, dentro del marco del Encuentro Internacional Matancero de Medellín, haremos un homenaje al simpático y gran cantante camagueyano Orlando Guerra, mejor conocido como Cascarita.

 

Cantante que se caracterizó por sus chistes, dicharachos y excentricidades en sus presentaciones en la emisora CMQ de La Habana, con vestimentas extravagantes y muecas singulares, tuvo su época de oro en la década de los 40´s, su fama fue efímera, solamente opacada por el arte del lajero Benny Moré.

 

Era un músico que irradiaba hilaridad hacia su público, quien se especializó en el género de la guaracha, antes de sus actuaciones en la emisora CMQ hacía memorables chispeantes diálogos  junto al locutor Germán Pinelli, en esta emisora se hizo acompañar de una orquesta dirigida por el pianista Carlos Ansa, con los arreglos de Pérez Prado, la percusión de Ángel Duarte y Cándido Camero y el trombón de Generoso Jiménez.

 

No ha sido un personaje al que se le haya dedicado por parte de los investigadores musicales mucha tinta, siempre se le menciona tangencialmente y como referencia hacia otros artistas, por ello hemos querido redescubrir a Orlando Guerra "Cascarita", para que apreciemos en su verdadera dimensión a este artista, al cual algunos  en su tiempo consideraron chabacano y de mal gusto.

 

Escuchemos ahora dos fabulosos temas tomados de sus presentaciones en la década de los 40´s en la emisora CMQ de La Habana, con el acompañamiento de la orquesta Trinidad y Hermano dirigida por el maestro Carlos Ansa.

 

Cali, 24 de julio de 2019.

El cojo de Boquerón (Alejandro Mustelier) Cascarita y Orq. de CMQ - Guaracha - 1948.

Babarabatiri (Antar Daly) Cascarita y Orq. de CMQ - Mambo Batiri - 1948.



58. De película.

 

Por: Jaime Suárez C.

 

El director de orquesta, vocalista y percusionista panameño, Raúl Ortiz, acompañó a Rolando Laserie en Panamá todas la veces que el cantante cubano estuvo en el famoso istmo, las presentaciones fueron un éxito rotundo que coincidieron con la época dorada de la carrera de este connotado artista isleño, siempre en cada una de las visitas a Panamá, se presentaban sucesos, casos o anécdotas dignas de ser contadas.

1958 - Rolando Laserie, Aeropuerto de Panamá: Abuela López (Bailarín), Abrahám Malca, Manager, Papi Arosemena (Musico), Rolando Laserie, Bombito Romero y Manolín Díaz (Cantante). Nombres por Raúl Ortíz y Mario García Hudson.
1958 - Rolando Laserie, Aeropuerto de Panamá: Abuela López (Bailarín), Abrahám Malca, Manager, Papi Arosemena (Musico), Rolando Laserie, Bombito Romero y Manolín Díaz (Cantante). Nombres por Raúl Ortíz y Mario García Hudson.

Algunos artistas utilizan onomatopeyas o palabras como distintivo de sus batallas musicales, por ejemplo el Benny Moré decía “Ajaaa”, Celia Cruz decía “Azúcar”, Pérez Prado hacía “Aaaaa Ughhh” y en nuestra píldora nos vamos a referir al “¡De película!” de Laserie, cómo en Panamá por ese grito de batalla musical fue identificado por sus fanáticos nuestro referido artista.

El maestro Raúl Ortiz, dirigía la orquesta de planta de Radio MIA en Panamá y fue contratado para las presentaciones de “El Guapo de la Canción”, lo acompañó en todas las ocasiones que vino al país centroamericano.

Benny Moré, Alberto Limonta (Bajista Banda Gigante) y Rolando Laserie.  Jardines La Tropical, La Hababa - 1958.
Benny Moré, Alberto Limonta (Bajista Banda Gigante) y Rolando Laserie. Jardines La Tropical, La Hababa - 1958.

El maestro le cuenta al investigador musical panameño, Mario García Hudson, la siguiente anécdota de la década de los 50´s:

“…en ese tiempo no íbamos por carretera sino por avión, y entonces había allá en David Chiriquí un Jardín que era Jardín Zebede, allí yo acompañé a Rolando Laserie y comenzó el baile tocando yo y todavía no lo presentaban a él ni nada, el baile comenzó a llenarse y de repente la gente no entraba, y entonces entre los cometarios que estaban allá la gente afuera dizque no hombe eso es mentira Rolando Laserie no ha venido nada, eso es pura trampa que no sé qué y comenzó Rolando Laserie a cantar y la gente decía no ese no es, ese es una imitación de él, y apenas él dijo ¡De película¡ dicen: !si es, si es, si es¡ y por esa frase solamente se llenó el Jardín Zebede allá en David Chiriqui…”

Recordamos a los lectores de estas píldoras musicales que David Chiriquí es una bonita ciudad de Panamá y como las píldoras son musicales, compartimos dos temas de este reconocido cantante, uno tomado de sus presentaciones en la radio cubana, al igual que algunas imágenes para recordar a “El Guapo de la Canción”.  ¡De película¡ 

 

Cali, 16 de abril de 2019.

Daniel Santos y Raúl Ortíz.
Daniel Santos y Raúl Ortíz.

Tumba mabo (Alfredo Boloña) Rolando Laserie y Orq. Ernesto Duarte - Guaracha - 1956.

Raúl Ortíz y Camilo Azuquita.
Raúl Ortíz y Camilo Azuquita.

A la United Café (Angel Duarte) Rolando Laserie y Conjunto Jóvenes del Cuadro - Son Montuno - 1947.


Nota: La anécdota contada por el maestro Raúl Ortiz, es producto de entrevista realizada al maestro, el día 07 de abril de 2019 por el investigador musical panameño, Mario García Hudson, imagen de la promoción en el Toldo Belmont, cedida por Mario García Hudson.


57. Marcial Marchena a la palestra.

 

Por: Arnold Tejeda Valencia.

 

Ha sido otro de los buenos músicos del Caribe colombiano del que poco se sabe. Él es un damnificado de esa historia llena de injustificados anonimatos donde nuestros valores en el arte popular son medidos mayoritariamente por la capacidad mediática de sus existencias. Son torpes simplezas por no llegar al fondo de la veracidad sobre el saber de los artistas que merecen también estar en el mosaico de grado que solo recoge a aquellos grandes vitoreados con sonoros aplausos. Los demás, simplemente, son los demás. Contrariando esa orquestada mezquindad, me permito socializarles, con las consabidas limitaciones por lo expuesto, el nombre de Marcial Marchena, destacado trompetista, compositor, arreglista y director que nació en Soledad (Atlántico), el 30 de junio de 1911.

 

Estos son los datos que poseo de su meritoria carrera musical. Fue un artista formado académicamente en la Escuela de Bellas Artes de Barranquilla, a principio de los años 40, para el necesario complemento a lo aprendido con su padre, Mauricio Marchena, en la banda Colombia de su terruño. Con el título de Maestro de Música que obtuvo en tan acreditada institución, donde tuvo el honor de tener como docente a Guido Perla, director de la Orquesta Emisora Atlántico Jazz Band, pudo vincularse, por su bien estructurada formación, a la mencionada agrupación en reemplazo del excelente trompetista Manuel Cervantes, que había tomado la ruta de Medellín en búsqueda de mejores opciones de vida.


Para ocupar esa importante distinción trompetil, Marcial Marchena acumuló la suficiente experiencia en la Banda Departamental de la Policía, en la que su hermano Augusto se desempeñó en la cuerda de clarinetes y flautas. Disueltas esas dos instituciones de mucha importancia en la impronta sonora de Barranquilla en el primer lustro de los 50, las ofertas de trabajo las supo combinar entre las varias agrupaciones existentes en esos años en la Arenosa, lo mismo que hizo en Cartagena en las orquestas Melodía y Emisora Fuentes. Pero el magnetismo musical de Medellín todo lo atraía, y más sobre su metálico instrumento. Así continuó su labor profesional con Edmundo Arias, Manuel de J. Bernal y hacer turnos emergentes en la Orquesta de la Voz de Antioquia.

 

Conociendo al dedillo el movimiento musical de Colombia por su experiencia en estos trotes artísticos, el nacido en la tierra de la butifarra creó su propia orquesta, la que llevó su nombre. Eran los años bien movidos de los ritmos costeños desde los albores de los 50 y acentuados en los años 60, lo que Marcial Marchena incrementó con firmeza rítmica y melódica en sus notables composiciones, sus arreglos y su liderazgo orquestal. El país gozó, en todos sus puntos cardinales, con su más popular tema: “De cumbia con Yolanda”,  vocalizado por el experimentado cienaguero “Cheché” Ospina,  pieza que mereció ser seleccionada por Daro Internacional para convertirse en el bonito motivo gráfico de la portada del Lp. STEREO DIS 911110.

 

Y con el mismo cantante magdalenense, fueron escuchados otros números de mucha aceptación, como sucedió con “Campesinos de mi tierra” (gaita: Miguel A. Caro), “El burrito” (porro: Efraín Orozco) y “Candelaria” (fandango: autor que no preciso). También pasó por esta orquesta, el buen vocalista barranquillero Jorge “el Conde” Araque. Su grabación más significativa fue el merengue colombiano “La otra” (Rafael Campo Miranda). En cuanto a Hiram Remón, oriundo de Río Frío (Magdalena), su voz fue bastante escuchada en “La asiática” (gaita: Julio Ojito). Este cantante después hizo una brillante carrera en Estados Unidos en la big band del norteamericano Bobby Sanabria.

 

De los temas musicales mencionados, la trompeta de Marcial Marchena es identificada por los solos que hizo en “De cumbia con Yolanda” y “Campesinos de mi tierra”. Por ello, merecen ser escuchados para la mejor animación de esta Pildorita.


De cumbia con Yolanda (Marcial Marchena) Cheché Ospina y Orq.Marcial Marchena - Cumbia.

Campesinos de mi tierra (Miguel A. Caro) Cheché Ospina y Orq.Marcial Marchena - Gaita.


Postdata

 

Cito textualmente a José I. Pinilla A. en su libro “Cultores de la Música Colombiana”, página 380, sobre un espinoso tema tratado por Marcial Marchena:

 

 “Para 1939 esa música era ya conocida en la Costa con el nombre de Se Marchitaron las Flores y que tenía como autor a Andrés Paz Barros, así la respetaban las orquestas y conjuntos que la tenían en sus repertorios. En una ocasión llegó Crescencio Salcedo a mi casa y yo le arrendé una pieza. Cualquier día de 1942 me solicitó que le escribiera una melodía y yo acepté. La pasé al pentagrama como él me la cantó y a la postre resultó con el nombre de Mi Cafetal, o sea que Crescencio montó dicha letra en la melodía de Paz Barros”.

 

Si se escucha a Guillermo Buitrago en la versión original del compositor cienaguero, concluiremos que lo afirmado por Marcial Marchena es verídico. Si ya usted sabía esta información, un fuerte apretón de manos. De suceder lo contrario, en ACME lo invitamos a oír el canto del Jilguero de la Sierra Nevada para que salga de la duda. Hasta una nueva oportunidad…

 

Barranquilla, 07 de abril de 2019.

Se marchitaron las flores (Andrés Paz Barros) Guillermo Buitrago -  Paseo.

Benny en la RCA Víctor.
Benny en la RCA Víctor.

56. Paronimia Musical.

 

Por: Gaspar Marrero.

 

Este año se conmemora el centenario de Benny Moré, ¡Palabras Mayores!, sin duda alguna, una de las figuras más grandes, por no decir la más alta de la música popular cubana, les traigo una curiosidad, yo tengo aquí una grabación que se ha difundido poco en Cuba y que es una verdadera singularidad, yo les voy a presentar ahora para hacer una especie de preámbulo un mambo de José Antonio Méndez, que grabó ese gran guarachero cubano que fue Orlando Guerra “Cascarita” y que lo grabó en la RCA Víctor el día 30 de julio de 1948, ¡Escuchen bien!, se titula “Pa que te dure”, les pido por favor que con toda calma escuchen de punta a cabo esta grabación que les voy a colocar en “Cuba en Ritmos”. 


Pa que te dure (José Antonio Méndez) Cascarita y Orq. Casino de la Playa -  Mambo - 1948.


Benny y amigos en Cuba.
Benny y amigos en Cuba.

Bueno, esta es la versión de Cascarita, pero sucede que muy poco tiempo después, en septiembre del 48, prácticamente unos dos meses después, Benny Moré ya estaba en México y acababa de llegar Dámaso Pérez Prado, se dice que Pérez Prado ayudó mucho a Benny Moré, en realidad fue al revés, cuando Pérez Prado llegó a México, ya Benny Moré era una grandísima figura, dentro del ambiente no solamente musical sino también cinematográfico mexicano, escuchen ahora esto, se van a dar cuenta de muchos detalles, si escucharon bien el “Pa que te dure” que interpretó Cascarita, van a oír el mismo arreglo, claro es que Pérez Prado era el arreglista de la Casino de la Playa cuando Cascarita grabó ese número, pero fíjense bien, además, en el texto, porque Benny Moré cambia parte del texto y eso lo lleva al título, porque no lo grabó con el título de “Pa que te dure”, sino “Cámbialo en dólares”.

 

La Habana, 14 de febrero de 2019.


Cámbialo en dólares (José Antonio Méndez) Benny Moré y Orq. de Pérez Prado -  Mambo - 1948.


Nota: El texto es una transcripción de las palabras de nuestro asociado honorifico, el productor radial y coleccionista cubano, Gaspar Marrero, en la emisión inaugural, el pasado jueves 14 de febrero, del programa CUBA EN RITMOS, en línea los jueves a las 5:00 PM con repetición los sábados a la 1:00 PM, hora en Lima, Bogotá y La Habana, en Herencia Rumbera, www.herenciarumbera.com. Si desean escuchar el programa, pueden dar click en la imagen a la derecha y luego dar click en el TUNEIN.


Centenario de Benny Moré.
Centenario de Benny Moré.

55. Centenario de un gigante.

 

Por: Jaime Suarez C.

 

El próximo 24 de agosto se llega a una eximia fecha para el deleite de los melómanos de antaño, que hacen de la música popular cubana de las décadas del 40 y 50 del siglo pasado su elixir mágico que transforma las penas y las tristezas en un verdadero caleidoscopio de alegría sin fin, en especial la que interpretó ese fenomenal artista del caribe, al que bautizaron como “El Bárbaro del Ritmo”, el sensacional Benny Moré.

 

Artista poseedor de un ángel único que lo hacía irradiar arte musical por doquier, cantante empírico que dotado de un extraordinario oído, logró dirigir bandas integradas por músicos que eran verdaderos maestros en su instrumento: Eduardo Cabrera, Generoso Jiménez, Alejandro Vivar, Pedro Justiz, Chocolate Armenteros, Chombo Silva y Emilio Peñalver, entre otros grandes maestros.  En algo coincidimos la mayoría de los melómanos y coleccionistas, el Benny es único e insuperable.

 

A pesar de haber fallecido a temprana edad (43 años), nos dejó su música en toda la acuarela de ritmos afrocubanos, sus grabaciones oficiales realizadas entre 1944 y 1962, fueron 203, dentro de las que podemos destacar: “Bonito y sabroso”, “A romper el coco”, “Encantado de la vida”, “Cómo fue”, “Mata Siguaraya”, “Ya son las doce” y “Mucho corazón”, entre otras.

 

Que este centenario sea la oportunidad para que a través de esta píldora musical, traigamos de los viejos surcos de 78 RPM del ayer, el recuerdo de este gran sonero con dos temas: “Tumba tumbador”, un Son Maracaibo de Roberto Nodarse, grabado con su Banda Gigante en 1958 y “Nena, me muero”, un Son de Enrique Benítez, también con su Banda Gigante grabado en 1955.  ¡A disfrutar de este elixir de alegría¡

 

Cali, 13 de enero de 2019.


Nena, me muero (Enrique Benítez) Benny Moré y Banda Gigante - Son - 1955.

Tumba tumbador (Roberto Nodarse) Benny Moré y Banda Gigante - Son Maracaibo - 1958.



En Radio Progreso.
En Radio Progreso.

54. Una dama en La Habana: Carmen Delia Dipiní.

 

Por: Jaime Suarez C.

 

Bella, agraciada y buena cantante puertorriqueña que ganó su bien fundada fama en Cuba, grabando en 1952 con la orquesta del maestro Rene Touzet, trabajando en Radio Progreso en esa década y grabando con “Los Campeones del Ritmo”, el afamado Conjunto Casino de Roberto Espí en 1955.

Debido a su alta calidad artística la compañía Seeco Records representada en Cuba por Míster Sídney Siegel, la invita a grabar con la inigualable Sonora Matancera y deja en el surco de 78 RPM, los boleros: «Delirio» de Ramón Cabrera Argote, «Para que la oigas» de Santiago Terry Urrutia, «Si no vuelves» de Humberto Jauma y «Vuelve Alma mía» de Rogelio Martínez y de Nelson Navarro el Chachachá «No te demores» y el Bolero Rítmico «Regálame un minuto», todas estas grabaciones hechas el 4 de abril de 1955.

 

Esta píldora trae el recuerdo de Carmen Delia, para que nuestros audio lectores escuchen dos piezas magistrales que no fueron grabadas en estudio, sino tomadas de una presentación en la emisora Radio Progreso de Cuba, temas que fueron perseguidos por los coleccionistas de esta bella música y que al fin aparecieron para disfrute nuestro, extasiémonos con «Dímelo» un Bolero Rítmico de Johnny Rodríguez y con «Tengo ganas de llorar» un Bolero Ranchero de autor anónimo, los dos boleros acompañada por el Conjunto Casino en 1955.

 

Cali, 23 de noviembre de 2018.


Dímelo (Johnny Rodríguez) Carmen Delia y Conjunto Casino - Bolero Rítmico - 1955.

Tengo ganas de llorar (DRA) Carmen Delia y Conjunto Casino - Bolero Ranchero - 1955.



Los Hermanos Martelo.
Los Hermanos Martelo.

53. Narciso Martelo De la Hoz.

 

Por: Arnold Tejeda Valencia

 

Se trata de otro de los trompetistas históricos de Colombia y también  ser uno de los forjadores  de la marca musical conocida como Orquesta Hermanos Martelo, que tuvo  sus inicios en el municipio magdalenense de El Piñón, al lado de sus fraternos de techo en esta significativa empresa artística que en la pila bautismal fueron dignados con los nombres de Rafael, Carlos, Emiliano y José.

 

Esta es la historia. A  mediados los años 20, apareció por esta tierra de alta valoración agropecuaria un joven proveniente de Sampués (en ese entonces departamento de Bolívar y ahora adscrito a la jurisdicción de Sucre), que rápidamente pudo establecerse en su nuevo entorno con los signos de la pretendida estabilidad económica y sentimental. Allí contrajo nupcias con la joven Francisca De la Hoz, unión de la que nacieron los cinco músicos tratados; más Chiquinquirá, que fue la única mujer de esa consentida prole.

 

Al viejo Emiliano, como se le conoció en El Piñón, su afición por la música siempre le retumbó en su inconsciente por haber sido un frustrado percusionista en la banda pelayera de su pueblo al dedicarse a encontrar lo que bien le vino, con justeza, en el terruño que veía pasar los grandes y bonitos barcos fluviales al mejor ambiente del curso del Mississipi norteamericano. Para que ello tomara la forma que él visionó para vivir dignamente, se convirtió en el primer comerciante callejero de conos de helados, algo nunca visto y menos saboreado por los piñoneros. Así levantó, con la vieja Pacha, su copiloto en la dicha familiar, el cuadro de retoños venido amorosamente.

 

A pesar de la crisis económica de los años 30, el ganadero Roberto Zambrano, con su hermano Rafael, se puso al frente de organizar una banda musical que le diera una buena sociabilidad sonora a los actos públicos y privados de su querida cuna. Eran los tiempos del dominio de los conservadores en la política colombiana. Y en Campo De la Cruz, municipio del departamento del Atlántico, solo separado de El Piñón por la serpiente acuosa de Yuma, se encontraba Cándido Tejeda, un maestro de música formado en la academia de techo de paja de Oscarito De Vega, versado y respetado músico campocrucense formado académicamente en Santa Marta y Barranquilla.

 

Por este motivo, un grupo de imberbes piñoneros al ver los instrumentos de viento y percusión comprados por “el blanco” Roberto Zambrano, más la presencia del maestro Cándido Tejeda con la batuta en sus manos, fue la suficiente motivación para que la música se convirtiera en un propósito llamativo de cultura entre esa camada de jóvenes que quiso romper con el hechizo campesino reinante en tan cerrada comunidad. Allí se encontraba el viejo Emiliano Martelo con sus hijos. Él continuó con sus ajetreos comerciales en las calles y callejones del pueblo, mientras sus herederos musicales se dedicaron a soñar con el pentagrama.

 

Así se formaron inicialmente Rafael y Carlos en el saxofón y el clarinete; Emiliano, en el bombardino y el trombón; y Narciso, en la trompeta. El menor de la casa de los Martelo, José Joaquín, por ser todavía un niño, aprendió los pormenores de este arte con sus hermanos mayores, que tuvo en Rafael al más experimentado por haber sido alumno de otro grande formador de músicos, como lo fue el maestro Rafael Medina en su academia del municipio de Pedraza (Magdalena), cuando Cándido Tejeda se estableció en Galapa (Atlántico) para dirigir su banda y ser miembro, además, de la Banda Departamental de la Policía en Barranquilla.


Carlos, Joaquin, Amira Jimenez y Narciso Martelo de la Hoz.
Carlos, Joaquin, Amira Jimenez y Narciso Martelo de la Hoz.

Luego de esos avatares pedagógicos, los hermanos Martelo fundaron la Banda 29 de Abril de El Piñón, en la que Narciso compartió honores trompetiles con José Catalino Medina y Antonio Abel Mosquera (campocrucense). Y por el empuje económico que todavía gozaba la Zona Bananera, la banda de los Martelo, en 1947, se radicó en Santa Marta para luego convertirse en orquesta cuando su repertorio se nutrió de ritmos cubanos, norteamericanos y europeos, como lo exigían los técnicos y los dirigentes bananeros nacidos en esos territorios o de aquellos simples melómanos criollos de esas melodías extranjeras. Los trompetistas de la orquesta fueron: Narciso Martelo, Isaac Vásquez (padre) y José Catalino Medina.

 

En 1953 el emporio bananero ya se encontraba en un declive económico. Los grandes contratos de la Orquesta Hermanos Martelo comenzaron a decaer. En Barranquilla las cosas se mostraban diferentes, razón por la  que Carlos Arturo y Narciso Martelo aceptaron la invitación de Lucho Rodríguez Moreno para ser vinculados a su Orquesta Nuevo Horizonte, agrupación que en 1955 se convirtió en la Orquesta de Pacho Galán, dato suficientemente conocido por los estudiosos y seguidores del Rey del Merecumbé. Los trompetistas que acompañaron a Narciso Martelo en esta positiva acción para todos ellos fueron: Rafael “Chicho” Medina y Manuel de J. Povea, por la que también pasaron y compartieron con el instrumentista piñonero Marcos Gilkes (panameño), Saúl Torres (salvadoreño), Gilberto “Timbalito” Arroyo (costarricense) y el colombiano Germán Lambraño, además de Pacho Galán en apremiantes necesidades cuando “Chicho” Medina estuvo durante unos tres años en Venezuela.

 

En Barranquilla el trompetista sujeto a esta otra “Pildorita” también pasó por los talleres programados en la Escuela de Bellas Artes para cualificar a aquellos músicos preocupados por alcanzar un mejor nivel profesional. A ello se debió ser orientado por el mismo Pacho Galán y por aquel trompetista griego que fue conocido, en esos años 50, como “Angelopo”. En su estadía en la Arenosa, Narciso Martelo también trabajó con la Sonora del Caribe, del trompetista César Pompeyo. Pero avanzado el año 1959, con su hermano Carlos Arturo, regresó a Santa Marta para reintegrarse a la orquesta de la familia, donde pudo saborear las mieles de la popularidad nacional con la creación del ritmo “jalaíto” por parte de su cotizado hermano en el saxofón, el clarinete, la composición y la orquestación.

 

Las primeras grabaciones del nuevo ritmo en Discos Tropical de Barranquilla, la Orquesta Hermanos Martelo contó con el aporte de varios músicos de la Orquesta de Pacho Galán, entre ellos Álex Acosta (saxofón alto), Manuel de J. Povea (trompeta), Pompilio Rodríguez (batería) y Tomasito Rodríguez (coro y maracas). Narciso Martelo, en su condición de compositor, aportó el exitoso jalaíto “Dame un besito”. Sin embargo, la mayor acogida de la orquesta dirigida por Carlos Arturo Martelo, tanto en lo nacional como en lo internacional, fue cuando tuvo como sede la ciudad de Medellín. Fue una encopetada big band en la que Narciso Martelo, en la cuerda de trompetas, desempeñó un protagónico papel al lado de Alberto Díaz (cubano) y de los colombianos Miguel Ochoa, Fabio “Pajuelín” Espinosa (padre), Jorge Gaviria y Ramón Panigua, entre otros.

 

La trompeta de Narciso Martelo sonó en muchas agrupaciones acompañantes de cantantes nacionales y extranjeros en las diversas casas disqueras de Medellín. Y su hermano Carlos Arturo, en los arreglos para la famosa orquesta que dirigió, muy poco le dio participación a los solos de trompeta. Pero en el bolero “Evocación”, compuesto por Edmundo Arias y orquestado por el trompetista Antonio “Mambo” González para que se luciera su cantante hijo Carlos Arturo (El Señor del Bolero), la trompeta de Narciso Martelo, haciendo un bello dúo instrumental con el trombón de Edwin Betancourt, tuvo la armoniosa expresividad sonora para encantar a los amantes de tan romántico ritmo.

 

Para terminar, el alto dominio profesional de Narciso Martelo con su instrumento también se puede escuchar en la grabación del bolero Son “Olvido” (Miguel Matamoros), que su hermano y director de la sólida big band hizo, en sus arreglos, armonizar su clarinete con la trompeta ensordinada de “Ciso”, como siempre llamó a su fraterno familiar. El dúo vocal de Edison Andosilla y Hernando Barbosa, es de antología.

Estas dos llamativas páginas románticas nos permiten animar la presente “Pildorita”. Ojalá estemos de acuerdo, amigos y amigas…

 

Barranquilla, 08 de noviembre de 2018.


Olvido (Miguel Matamoros) Hermanos Martelo - Bolero Son.

Evocación (Edmundo Arias) Carlos Arturo & Arrg. Antonio González - Bolero.



52. Un crooner cubano: Alberto Ruiz.

 

Por: Jaime Suárez C.

 

El concepto de “Crooner“, que por lo general se aplica a cantantes masculinos de registro más o menos susurrante pero vigoroso, timbre de voz algo cercano al canon jazzístico, que suelen interpretar por lo general con acompañamiento de orquesta, lo tomamos hoy para un reconocimiento.  “Crooner” viene de “croon“, que en inglés significa “Cantar con dulzura” o “Susurrar al oído”. Este estilo se desarrolló en los años 20 con la llegada de la amplificación y la popularización de las grabaciones, lo que hizo posible que los cantantes no se vieran obligados a impostar la voz para ser escuchados, y así pudieron usar un registro más suave y cercano.

 

En esta categoría hemos clasificado al cubano Alberto Ruiz, un cantante que ha sido prácticamente olvidado en el panorama musical, con esta píldora hemos querido recordarlo y a la vez hacerle un homenaje y reconocimiento, por haber sido el padre de un estilo de cantar sin igual, es considerado el padre de los cantantes de conjunto en Cuba, ejerció una influencia positiva, no sólo sobre los vocalistas que pasaron por su Conjunto Kubavana: Estanislao Sureda Laíto, Orlando Vallejo, Mario Recio y Carlos Querol, sino también sobre Roberto Faz, Fernando Álvarez, Nelo Sosa, Rolito Rodríguez, René del Mar, Cheo Junco, Felo Martínez y otros que no acabaríamos de recordar.


Conjunto Casino - Cantan: Alberto Díaz, Fernando Álvarez, Roberto Espí y Alberto Ruiz - 1957.
Conjunto Casino - Cantan: Alberto Díaz, Fernando Álvarez, Roberto Espí y Alberto Ruiz - 1957.
Conjunto Casino - Al frente: Rolando Baró, Alberto Díaz, Fernando Álvarez, Roberto Espí y Alberto Ruiz - 1957.
Conjunto Casino - Al frente: Rolando Baró, Alberto Díaz, Fernando Álvarez, Roberto Espí y Alberto Ruiz - 1957.


Alberto Ruiz nació en La Habana el 14 de septiembre de 1913, dio inicio a una escuela de canto, cantando el bolero con bellos matices sin adulaciones y sin sobresaltos, más apegado a las posibilidades de la canción popular, sin ningún vestigio de lirismo, ni de figuraciones ostentosas propias de los cantantes de ópera.  De la vida de Alberto Ruiz, posterior a la década de  los 60´s apenas hay rastros.  Falleció en La Habana el 6 de abril de 1978.

 

Hoy lo queremos homenajear con dos temas que hiciera para el sello Verne de Puerto Rico en el año de 1949, para que ustedes queridos audio lectores, al igual que lo hemos hecho nosotros, disfruten de esta preciosa voz masculina en una retrospectiva de más de 60 años.

 

Cali, 11 de octubre de 2018.

Ven (Manuel Sánchez Acosta) Alberto Ruiz y Kubavana - Bolero - 1949.

Rapsodia en el solar (Jesús Díaz) Alberto Ruiz y Kubavana - Son Mambo - 1949.



51. Panameños en Colombia – Te olvidé.

 

Por: Jaime Suárez C.

 

Las personas que nos autodenominamos “Melómanos”, permanecemos en un continuo estado de evaluación o examen de cultura musical permanente, cada que suena un tema, la mayoría de las veces las personas que están a nuestro alrededor nos inquieren sobre ¿Quién canta ahí? ¿Quién toca el piano? ¿Cómo se llama la orquesta? Y si se oyen risas o gritos o sonidos onomatopéyicos, nos espetan ¿Quién hizo eso?, como por ejemplo la risa que se oye al inicio del tema “El cuartito” de Panchito Riset,  o la voz de la persona que habla con Daniel Santos al inicio del tema “Yo no sé nada” o la voz de la mujer que se escucha en el tema “Tú me gustas” de Benny Moré o quien hace el ladrido del perro en el tema “El vapor Ana Ramón” de Pedro Laza y muchísimos más ejemplos, que si no los respondemos, no quedamos muy bien con nuestros interlocutores.

 

Esas inquietudes las trasladamos ahora al tema del maestro Antonio María Peñaloza, el garabato “Te olvidé”, canción que fuera grabada para Discos Curro en 1954 y de la cual ya hemos conocido su historia, la pregunta sin resolver era sobre el Trío Panameño que acompañó en el ritmo a Peñaloza para la grabación del tema, en una entrevista realizada a Peñaloza en el 2003 dijo lo siguiente “El trío Sex - Rose Cerros fue la base de la grabación, los nombres de los integrantes no los recuerdo. Sé que el pianista era panameño y le decían ‘Yumeca’. Yo ejecuté la primera trompeta, y la segunda trompeta la tocó un muchacho cucuteño de nombre Jorge Jiménez, conocido mejor como ‘Canta bonito’. La canción fue armonizada con batería, tumbadora y contrabajo. No hubo más instrumentos. La vocalización de Alberto Fernández estuvo a la altura. El tema salió a la luz con el crédito de Sonora Curro, pero, en verdad -como tal-, esa agrupación no existió. Eso fue un invento de Curro Fuentes”.

 

Nos dimos a la tarea de inquirir por ese Trío Panameño y al fin encontramos la respuesta, en realidad se llamaba Set Ross Trío, el cual estaba integrado por Clarence Martin en el contrabajo, So Green en la batería y Set Ross en el piano, el trio tenía su base de actuación en el Hotel Panamá.  Para mayor entendimiento compartimos una foto, en la que además del trío se encuentra las cantantes cubanas Anolan Diáz, madre de Rubén Blades, la soprano Xiomara Alfaro y una pareja de bailarines.  Sabemos ahora que la mitad de la banda que grabó el éxito de todos los tiempos del Carnaval de Barranquilla “Te olvidé” eran panameños y ya están identificados.

 

Cali, 16 de septiembre de 2018.


Set Ross, So Green, Clarence Martin, Anolan Diáz, Xiomara Alfaro y pareja de baile - 1963.
Set Ross, So Green, Clarence Martin, Anolan Diáz, Xiomara Alfaro y pareja de baile - 1963.

Te olvidé (Antonio María Peñaloza) Alberto Fernández y Orquesta de Peñaloza - Chandé.


Mañungo - Cortesia: Viviana Vergara.
Mañungo - Cortesia: Viviana Vergara.

50. José Ricardo Vergara (Mañungo).

 

Por: Arnold Tejeda Valencia

 

Su trompeta comenzó a sonarla, desde joven, en la Banda 12 de Octubre de Caimito, población cenagosa del suroccidente del departamento de Sucre, donde también emitió su primer y vital llanto el 8 de diciembre de 1939. Cinco años fueron suficientes para dominar el exigente instrumento en los bailes y fandangos que siempre lo acompañaron como trompetista de la apreciada banda de su terruño. Pero siendo un mozalbete con aspiraciones de mayor rango profesional se alistó hacia Sincelejo, centro urbano apetecedor de los porros orquestados por Pello Torres, “el Ñato” Montes, Pedro Salcedo, Simón Mendoza, Francisco Zumaqué y Pedro Laza.

 

Transcurrían los años 50. De la mano pedagógica de Pello Torres fue mucho lo que aprendió del lenguaje de la música no solo en lo instrumental sino en el solfeo, la composición y la orquestación, bases para fundamentarse en la indispensable armonía. Con esos aprendizajes asimilados al pie de la letra, la Orquesta del “Ñato” Montes, otro trompetista nacido en una familia de mucha musicalidad profesional en Sincelejo, le permitió al “Mañungo” criollo, para no confundirlo con el así llamado en Cuba, desplegar todas sus potencialidades artísticas y personales apenas esbozadas en su natal Caimito.

 

Con siete años al lado de esos dos grandes maestros de nuestro Caribe sonoro, honrados por el terrígeno porro, José Ricardo Vergara tuvo los suficientes arrestos profesionales para medírsele a ser el reemplazante del trompetista, arreglista y compositor Manuel de J. Povea en la internacional Orquesta de Pacho Galán, que por motivos de una delicada enfermedad tuvo que alejarse de su actividad laboral en la organización del maestro soledeño. Allí lo vi, durante seis años, en la nómina y con el uniforme de tan importante orquesta colombiana, haciendo parte de la cuerda trompetil con Armando Galán y “Chicho” Medina. Y, a falta de este último, con “el Chino” Acosta y otros que pasaron fugazmente por esta agrupación.

 

En la orquesta del polifacético compositor, hizo conocer sus porros El campeón, Nubia y María Elena en sendas grabaciones, el primero también grabado por Los Melódicos de Venezuela. Por esos incuestionables méritos como trompetista y compositor, “Mañungo” fue solicitado por Lucho Bermúdez para que se vinculara a su prestigiosa institución, llamado que aceptó el músico sucreño en 1968. Al lado de Lucho Bermúdez, pulió las técnicas pertinentes para arreglar y dirigir. Además, por sus diligentes capacidades para oficiar lo que el maestro carmero le proporcionó en sus actos de instrumentista y líder entre sus músicos, les abrieron sus alas libertarias para seguir creciendo en el ámbito artístico. Ante este voto de confianza recibido, muchos fueron los arreglos que “Mañungo” les hizo a la orquesta. Y cuando la salud del famoso director flaqueaba, allí estaba el trompetista caimitero para suplirlo.

 

De acuerdo con lo tratado, José Ricardo Vergara se convirtió en un apetecido músico en Bogotá. Él fue quien le imprimió  la sonoridad del famoso Nelson Henríquez al conjunto Los Rivales, del cantante y compositor Napoleón Mercado, con su par de trompetas y el ritmo completo (bajo, piano, timbales, congas y güiro). En el tema La cantaleta (Eduardo Cabas), el de mayor popularidad en la historia del grupo, seguido de El medallón (Rafael Escalona), se puede patentizar el trabajo de “Mañungo” en lo afirmado por ser el arreglista de estas dos piezas que mucho se han bailado en Colombia y en el exterior. Cuando Nelson Henríquez era contratado en la nevera capitalina, no podía faltarle el trompetista colombiano en su banda.


Sin embargo, el proyecto más grande en la vida de José Ricardo Vergara, después de haber acumulado muchas experiencias profesionales, fue la fundación de su propia orquesta: La Máxima de Mañungo, en 1980, una big band conformada por calificados músicos, entre ellos Ramón Benítez en el trombón y el bombardino que, al decir de Pello Torres, ha sido el mejor instrumentista de Colombia en los últimos 30 años. Con músicos de semejante talla, su sonido ha sido impecable en sus grabaciones, haciéndonos recordar a la majestuosa Orquesta Sonolux y, actualmente, a lo hecho en esta materia por la Orquesta de Juancho Torres.

 

Entre los temas más escuchados de La Máxima, por acá en nuestro Caribe, han sido, en sus tres producciones de la Compañía de Discos Caravage, Río Sinú (porro: Miguel Emiro  Naranjo), El arranca tetas (porro: Armando Contreras), Genio alegre (porro: Julián Vargas) y Tu diadema (porro: Edmundo Arias), cantados ellos por el excelente vocalista Jaime Manjarrés. Últimamente esta orquesta tiene como sede a Sincelejo con músicos  de la región, según me comentó la periodista Viviana Vergara, su actual representante en el movimiento contractual de la organización. El maestro José Ricardo, entre tanto, se desplaza de Caimito a la capital de Sucre para sus ensayos y presentaciones. En el terruño que lo vio nacer, el trompetista hoy “pildoreado”, a sus 78 años, está dedicado a la enseñanza de la música y a llenar sus pulmones de aire no contaminado para alargar orgullosamente su vida productiva de artista.

 

El Encuentro Nacional de Bandas de Sincelejo le rindió este año un merecido homenaje por sus aportes y logros en el folclor musical sabanero, mientras que el maestro Pello Torres le compuso y grabó con su orquesta, hace unos buenos años, el porro El negrito Mañungo. Y “el Chane” Meza, con su virtuosismo para interpretar el acordeón, grabó en el sello Sony un mosaico con los porros El sincelejano y El campeón para honrar al ilustre músico de Caimito con esas dos obras de su autoría.

 

En ACME recordaremos efusivamente a “Mañungo” con dos frenéticos porros: María Elena, con la Orquesta de Pacho Galán, donde hizo parte de la cuerda de trompetistas y ser, además, su compositor, pieza instrumental en la que se lució el trombonista y bombardinista Rosendo Martínez. Y en el titulado Tu diadema (Edmundo  Arias), lo podemos escuchar haciendo un contagioso solo de trompeta. Su vocalista es Jaime Manjarrés. ¡Disfrutémoslos!

 

Barranquilla, 07 de septiembre de 2018.

María Elena (José Ricardo Vergara) Orquesta de Pacho Galán - Porro.

Tu diadema (Edmundo Arias) Jaime Manjarrés - Porro.



49. Cantor del sur del continente – Chito Galindo.

 

Por: Jaime Suarez C.

 

A comienzos de la década de los 50´s, surgió por casualidad un cantante de boleros en Uruguay, lo escucharon cantar en tertulias familiares, se presentó en la radio lo que le ocasionó un inesperado éxito, graba con la Orquesta de Vieri Fidanzini para la RCA Víctor los boleros “Corazón de Dios” y  “Quiero que tú sepas”, los valses “Vals de navidad” y “Rezo de amor” y las canciones “Hojas muertas”  y “Madrecita”.

 

Su fama llegó a Cuba y a través de la casa Seeco Records se contacta con la famosa Sonora Matancera y el 7 de junio de 1957 deja impresos en el microsurco de 78 RPM los boleros “Consuélame” de Julio Blanco Leonard y “Queridos padres” de Chito Galindo.

 

Lo que nos lleva al recuerdo de este magnífico cantante uruguayo, es el reciente descubrimiento (2014) que se hiciera de una película filmada en Bogotá en el año 1957 llamada “Dos ángeles y medio”, dirigida por el ecuatoriano Demetrio Aguilera Malta, aquí les presentamos la canción “Madrecita querida” de la compositora Nacha Carrión, tomada de esa película e interpretada por Chito Galindo, en un video inédito y que por vez primera nos deja ver en actuación a este buen cantante oriental.

 

Cali, 24 de agosto de 2018.

Madrecita querida (Nacha Carrión)  Chito Galindo - Canción - 1957.

48. Guillermo González: grande entre los grandes músicos de Colombia.

 

Por: Arnold Tejeda Valencia.

 

Todos hablan de este músico como el  trompetista y director de orquesta nacido en Manizales. Pero él fue, muy lejos, más que eso. En las cuerdas descifró, con bellos compases, los secretos de la guitarra, el tiple y la bandola, además de erigirse en un buen ejecutante del piano. Si bien es cierto que su disponibilidad para la música le brotó de manera natural, al lado de su padre, Francisco González, que fue su primer instructor, inició la profundización de sus conocimientos académicos fundamentales para ser alguien en lo artístico, los que fueron complementados institucionalmente en el Conservatorio de Manizales. Ello le permitió convertirse en el aventajado arreglista y en el compositor de muchas piezas que trascendieron nuestros linderos nacionales.

 

Tan sólida fue su formación musical, que a los 17 años dirigió la Banda Municipal de Filadelfia (Caldas). Luego de ese primer liderazgo en su profesión, ha sido notable, por su juventud disciplinada, ser unos años después director de la Orquesta Sinfónica y de la Banda del Conservatorio de Manizales. Y en cuanto a la música puramente bailable, siguiendo a los grandes maestros del Caribe, fundó y dirigió las orquestas Ritmo y Juventud, Italian Jazz, Superstars y la que llevó su propio nombre.

Guillermo González Arenas y Felipe Pirela - 1966.
Guillermo González Arenas y Felipe Pirela - 1966.

Por su probada capacidad para crear música u orquestarlas con el más bonito ropaje en el pentagrama, la empresa de discos Sonomúsica, de Medellín, lo llevó a esa importante ciudad colombiana para que se convirtiera en su arreglista exclusivo por el dominio bastante amplio que tenía en todo tipo de aires nacionales y extranjeros. Eso sucedió en 1957, sin contar que el sello Sonolux, por su diestra pluma, lo tenía en sus planes de producción, lo que efectivizó dos años después de su llegada a la urbe del emporio discográfico del país.

 

Debido a ese vasto conocimiento en estas lides del arte que amó, Guillermo González dirigió la Orquesta Gigante de la Voz de Antioquia, lo mismo que a la Gran Orquesta de la Televisión Nacional en el programa Noches de Gala, amén de la Orquesta del Hotel Nutibara por 15 años. Por su genial batuta pasaron las consagradas voces de Felipe Pirela, Leo Marini, Daniel Santos, Juan Legido, Helenita Vargas y Alba del Castillo, entre los muchos que pasaron por Medellín en sus periplos artísticos en esos dorados años que nos deparó la historia con notoria espiritualidad.

 

De los mencionados cantantes merece especial atención Felipe Pirela, ya que,  cuando este salió de la famosa Billo’s Caracas Boys, se encontró con Guillermo González en la ciudad fronteriza de Cúcuta, que se hallaba allí con su orquesta cumpliendo un contrato. Al necesitar urgentemente El Bolerista de América   un arreglista a la altura de Billo Frómeta para que lo sacara de los apuros  que padecía para continuar con su brillante carrera, nuestro compatriota le llenó ese vacío por su indudable capacidad para orquestar. Así nació entre ellos no solo una amistosa relación, sino el abrumante respeto de Pirela por el músico colombiano.

 

Felipe Pirela, con esos arreglos de Guillermo Gonzáles, pudo pasearse por todo el continente. Siempre elogió en sus presentaciones el fino trabajo del trompetista caldense en su resurgir artístico. Uno de esos arreglos fue el bolero “Amor se escribe con llanto”, originalmente un bambuco de Álvaro Dalmar, que Porfi Jiménez grabó con su Orquesta, muchos años después en Venezuela, a pedido del idolatrado señor del bolero. Pero hay otro dato poco conocido entre los difusores de la música romántica del ayer: en el Lp. “Un poco de mí. El bolerista de América” (Velvet: LPVS-1412), la orquesta que secundó a Felipe Pirela en sus 12 boleros estuvo a cargo de Porfi Jiménez y de Guillermo González.

 

Al maestro manizaleño lo conocí en Medellín en un homenaje que le hizo el Club de la Sonora Matancera de Antioquia hace cuatro años, cuando contaba 88 años de edad y enfrentaba el cáncer de próstata que lo llevó a la tumba. Se mostró lúcido. Esa noche me comentó que, por una deferencia de Felipe Pirela, dirigió a los músicos de la Sonora Cordobesa en el Carnaval de Barranquilla de 1964 en el reconocido sitio del Chop Suey, de propiedad de unos chinos que mucho impulsaron el movimiento artístico de esos tiempos floridos.

Lucho Bermudez y Guillermo González - Década del 50.
Lucho Bermudez y Guillermo González - Década del 50.

Respecto a sus composiciones, la que tuvo mayor despliegue y que se bailó en todo el Caribe fue la guaracha “El muerto vivo”, que a mediados del decenio de los 60 grabó el Trío Venezuela en el vecino país. Un año después, Rolando Laserie, sonero cubano, la inmortalizó mundialmente con el acompañamiento y orquestación de Porfi Jiménez. Otras versiones de esta pegajosa guaracha fueron las realizadas por Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina y Peret (Pedro Pubill Calaf), quienes le dieron el tumbao característico de los españoles.

 

Otros temas que también han sido muy bailados en Colombia, sobre todo en el ámbito andino, son: “Juan Onofre”, vocalizado por Noel Petro, y “Cumbia y ron”, que Frank Cortés le hizo una estupenda interpretación con sus tonos de tenor. Para mí, una de las  mejores cumbias de nuestras orquestas. En este caso la Italian Jazz, pieza en la que el maestro González hace un melódico solo trompetil, secundado por el sutil clarinete de otro gran maestro: Álvaro Rojas. Esta es la misma orquesta que acompañó a la soprano Alba del Castillo, que en su versión de “Siboney” (Ernesto Lecuona), nada tiene que envidiarle a las grandes producciones sonoras que tenores, barítonos y sopranos siempre persiguieron.

 

También merece un sitio de honor la fusión rítmica que hizo el maestro de maestros Guillermo González entre el mambo de Pérez Prado y la gaita colombiana en la pieza titulada “Lupita”. Me imagino que su título no es más que una manera de reconocer lo hecho por el pianista cubano con su magnífica creación bailable. Por lo señalado en esta nueva “Pildorita”, el honroso hijo de Manizales fue grande entre los grandes músicos de Colombia.

Guillermo González, Alberto Burgos y William Parra - Club Sonora Matancera - Medellín, 6 de agosto de 2015.
Guillermo González, Alberto Burgos y William Parra - Club Sonora Matancera - Medellín, 6 de agosto de 2015.

Por su loable vida artística, me permito, amigos y amigas de esta página electrónica,  recordarlo con dos de sus grandes partos artísticos: primero, en “Cumbia y ron” por lo ya explicado. Y segundo, con la gaita “Lupita” por el juego armónico de los saxofones para entretejer lo melódico del mambo, mientras los clarinetes exponen lo sustancial de la gaita colombiana.

 

¡Hasta pronto! Otro buen trompetista de Colombia nos concitará a beber con nuestra historia sonora. Seguiremos en contacto vía ACME.

 

Barranquilla, 21 de julio de 2018.

Cumbia y ron (Guillermo González) Frank Cortés & Italian Jazz - Cumbia.

Lupita (Guillermo González) Orq. Guillermo González - Gaita.


Nelo Sosa.
Nelo Sosa.

47. Elegancia y Distinción – Nelo Sosa.

 

Por: Jaime Suárez C.

 

Hoy nos trae la brisa musical, el recuerdo de un cantante cubano olvidado por el paso del tiempo, se trata del famoso interprete de la música cubana Nelo Sosa, quién cuando en 1946 se separa del Conjunto Casino funda junto a Senén Suárez el Conjunto Colonial, que rápidamente desaparece.  En una segunda etapa, Nelo le pide a Senén que le deje usar el nombre del conjunto y con una nueva formación debutan en el Hotel Saratoga de La Habana en 1948.

 

Algunos de los músicos integrantes del Conjunto Colonial fueron:

 

Nelo Sosa; Director y Cantante.

Orlando Vallejo; Coro y Maracas.

Tony Tejera; Guitarra y Coro.

Pepé Delgado; Piano.

Armando Armenteros, Sergio Jiménez, Leonel Roseñada; Trompetas.

Angel Vilches; Bajo.

Panchito Grau; Conga.

Evelio Calderón; Bongó.

 

Se trata en esta píldora musical de volver a escuchar a este fabuloso artista en dos de sus famosas piezas, el mambo “Batakún”, composición de Maño López y que la canta acompañado de la Orquesta Riverside en 1954 y la guaracha “La muñeca”, original de Tony Tejera, cantada con el acompañamiento del Conjunto Colonial en 1949.  Disfrútenlas y continúen apoyando esta noble causa musical, sus mensajes y comentarios nos estimulan y ayudan para seguir en esta tarea de no dejar en el olvido nuestra bella música del caribe.

 

Cali, 21 de julio de 2018.

Batakum (Maño López) Nelo Sosa y Orq. Riverside - Mambo - 1954.

La muñeca (Tony Tejera) Nelo Sosa y Conj. Colonial - Guaracha - 1949.


 46. Lo que sé del trompetista Manuel Cervantes.

 

Por: Arnold Tejeda Valencia.

 

Nació en Barranquilla, pero su buen cartel artístico lo adquirió en Medellín, como muchos músicos de nuestro Caribe. Este escrito no se ha dado por alguna entrevista a su persona ni por aportes recibidos de alguien bastante conocedor de su vida profesional. Simplemente son datos con lo que me he encontrado, fraccionadamente, en mis habituales contactos con los discos que poseo, además de ser un seguidor de los buenos programas radiales que en Barranquilla siempre tratan, con sus consabidas limitaciones de tiempo, acerca de los músicos más representativos en este arte. Por tanto, hilvanando esas cosas sobre el trompetista Manuel Cervantes he podido informarme de unos hechos que les transmitiré, con algunos vacíos, en su esplendorosa hoja de vida.

 

A mediados del decenio de los 40, se tituló como Maestro de Música en la Escuela de Bellas Artes de Barranquilla. Su hermano Nicolás, un conocido percusionista, lo hizo sin mayores estudios musicales, pero integró importantes orquestas en Colombia. Convertido en un experimentado músico en la trompeta, el bombardino y el corno, Manuel Cervantes conformó la famosa Orquesta Emisora Atlántico Jazz Band, organización en la que por cinco años trabajó con los trompetistas Marcos Gilkes, Rafael Valera, Marcial Marchena, Pacho Galán y Manuel Villanueva.

 

En 1956, aproximadamente, viajó a Medellín solicitado por Edmundo Arias, oportunidad que también le permitió hacer parte de la Orquesta de Lucho Bermúdez cuando estuvo asentada en la pujante capital discográfica de Colombia. En esas dos agrupaciones, interactuó con los trompetistas Miguelito Ospino, Francisco Castrillón, Rafael Valera y el cubano Alberto Díaz. Mientras que en la Orquesta Sonolux, entre 1961 y 1962, lo hizo con los nombrados; excepto con el segundo de ellos. Al ser disuelta la Orquesta Sonolux, con el trompetista Antonio María Peñaloza, se encargó del efímero nacimiento de la Orquesta Sonoritmo, que tuvo, en su mayoría, a los músicos de la orquesta del cotizado sello fonográfico de Colombia.

Los Corraleros de Majagual, Manuel Cervantes de saco negro.
Los Corraleros de Majagual, Manuel Cervantes de saco negro.

En los años 70, el furor por las orquestas venezolanas, que hicieron de nuestros porros los llamados “porros-guaracha”, como lo hicieron Bobby Capó y La Sonora Matancera en muchas de sus piezas grabadas, algunas casas disqueras del país se esforzaron por tener orquestas identificadas con el tumbao rítmico de los grupos venezolanos. Son los casos de la Orquesta Los Trotamundos, dirigida por el bajista barranquillero Enrique Aguilar en el sello Zeida y la Orquesta La Integración en Discos Fuentes. Imitar a Los Melódicos y a la Billo’s Caracas Boys era de buen recibo por sus jugosos contratos. Para que ello tuviera la mayor fidelidad sonora a la venezolana, dichas empresas buscaron unas voces líderes que dieran los tonos tenores de Cheo García. En Los Trotamundos, la misión vocal recayó en Antonio González. Y en La Integración, el bolerista Carlos Arturo cumplió con ese cometido bailable, además de Willi Calderón y del cubano Chiqui Tamayo, este último para guarachar a la manera de Manolo Monterrey.

 

Por este motivo, el trompetista Manuel Cervantes encajó perfectamente en la Orquesta Los Trotamundos. Sus solos fueron de antología, como lo hicieron los buenos trompetistas de las agrupaciones del vecino país. Y tanta fue la venezolanización de algunas de nuestras agrupaciones que hasta Los Corraleros de Majagual, dirigidos por Manuel Cervantes en sus últimos años de existencia, donde los golpes de los timbales de Julio Estrada (Fruco) y la anuencia instrumental de Lisandro Meza con su acordeón, redondearon, todos en uno, para que los famosos Corraleros tuvieran en la trompeta bien ejecutada por Manuel Cervantes unos solos metálicoss a la usanza de las brillantes orquestas venezolanas.

 

Eso se puede apreciar, por ejemplo, en los temas “La gorra” (cumbión: Lisandro Meza). En esta pieza, después del solo de clarinete de Abraham Núñez, entra el maestro Cervantes con la probidad del buen instrumentista. Y en el número “Que se pare el pick up” (merengue: Nicolás Ortiz), el trompetista barranquillero de esos tiempos idos se “jala” un llamativo solo. Si Renato Capriles o Billo Frómeta hubieran escuchado esas grabaciones, de seguro en las historias de sus orquestas estuviera al lado de los trompetistas colombianos Edmundo Villamizar y Alfredo “el Pollo” Gil.

 

Finalmente, Manuel Cervantes, por su experiencia y conocimientos en la materia, se desempeñó eficientemente como docente del Conservatorio de Música de la Universidad de Antioquia, institución en la que incidió grandemente en la formación de muchos trompetistas bien calificados nacional e internacionalmente. Los invito, amigos y amigas de esta sección de ACME, a escuchar a Manuel Cervantes en las dos páginas citadas de Los Corraleros de Majagual, vocalizadas ellas por Lisandro Meza y César Castro, en su orden.

 

Barranquilla, 04 de julio de 2018.

Que se pare el pick up (Nicolás Ortíz) César Castro - Merengue.

La gorra (Lisandro Meza) Lisandro Meza - Cumbión.


45. Pupi Campo, Loco Mambo.

 

Por: Jaime Suárez C.

Orquesta de Pupi Campo, Nueva York.
Orquesta de Pupi Campo, Nueva York.

En Cuba era un bailarín de buen físico y elegante presencia, llega en la década de los 40´s a New York procedente de La Habana, tuvo el apoyo de su compatriota Desi Arnaz, no era un músico virtuoso pero tenía olfato para agrupar buenas bandas, con José Estévez (Joe Loco) configuran una agrupación de fantasía con la que acapararon la atención de la noche latina de New York.

Pupi Campo y Johnny La Vaca Rodríguez.
Pupi Campo y Johnny La Vaca Rodríguez.

En 1948, reunió una de sus agrupaciones de fantasía sus integrantes eran, entre otros:

 

Maracas y Director: Pupi Campo.

Piano y Arreglos: Joe Loco.

Timbales: Tito Puente.

Bajo: Mandy Vizoso.

Trombón: Johnny Mandel.

Bongó: Johnny La Vaca Rodríguez.

Conga: Alex Campo.

Trompetas: Paul Cohen, Chubby Kuesten, Al Porcino y Tony Russo.

Saxofones: Joe Herde, Sol Rabinowitz, José Madera, Nat Cappi, Irv Butler y Frank Scolow.

 

Pupi Campo, cuyo verdadero nombre era  Jacinto Campillo, había nacido un 1 de mayo de 1920 en la Habana y falleció el 12 de diciembre del 2011 en Las Vegas (USA).  Participaron en sus agrupaciones a través de los años (entre la década de los 40s - 50s) los jóvenes: Tito Puente, Tito Rodríguez, Joe Loco y Charlie Palmieri, entre otros nombres que luego se hicieron famosos en la historia de la música latina. Se hizo conocer en los Estados Unidos, al dirigir desde 1954 la Orquesta del Show de Televisión de Jack Paar.

 

Traemos a consideración en esta píldora musical, dos mambos al mejor estilo de la banda de Pupi Campo con el incomparable piano de Joe Loco y los timbales de Tito Puente; “Son de la Loma” de Miguel Matamoros y “Tumbando caña” de Julio Blanco Leonard.  Dejamos a consideración de ustedes amables lectores, la calificación de estas dos piezas musicales.

 

Cali, 04 de julio de 2018.

Son de la loma (Miguel Matamoros) Pupi Campo - Mambo - 1948.

Tumbando caña (Julio Blanco Leonard) Pupi Campo - Mambo - 1948.


44. Un trompetista llamado Manuel Villanueva.

 

Por: Arnold Tejeda Valencia.

 

Barrancas del Rey es un apacible corregimiento del municipio de Calamar, departamento de Bolívar. Allí nació el trompetista, compositor, arreglista y director de orquesta del que nos ocupamos en este escrito. En la pila bautismal fue llamado con el nombre de su padre, y su madre fue Justa Díaz. La familia que conformó esta pareja estuvo influenciada por la música, ya que la Banda de los Villanueva, dirigida por el paternal Manuel, estuvo conformada, en su mayoría, por miembros de la misma sangre. En ese ambiente creció su hijo más admirado, que a los 13 años comenzó a “perequear” con  la trompeta y el bombardino.

 

Este notorio mensaje fue percibido por su padre, que quiso  ver en su hijo un músico bien formado en lo académico. A ojos cerrados lo llevó al internado musical del maestro Rafael Medina, en el municipio de Pedraza, departamento del Magdalena, un polifacético artista de las sonoridades educado en Panamá. Haciendo paralelamente sus estudios primarios con los musicales, el niño apasionado por la trompeta estuvo en Pedraza cuatro años, regresando a su terruño con la suficiente solidez teórica e instrumental, lo que le mereció ocupar, desde entonces, la primera trompeta en la banda familiar.

 

El joven Manuel Villanueva, por los positivos comentarios que se hacían de él, tuvo el honor de ser contratado por el municipio de Calamar para dirigir su banda, sin alejarse de la agrupación familiar. Así estuvo hasta 1942, tres años después del fallecimiento de su padre. Barranquilla se convirtió en su mejor opción para seguir creciendo académicamente en su profesión, motivo que lo hizo  matricular en el programa de música de la Escuela de Bellas Artes de la capital del Atlántico, en la que compartió pupitres con Manuel Cervantes, Marcial Marchena y Rafael Valera, otros trompetistas que en Colombia también hicieron unas carreras meritorias.

Orquesta de Manuel Villanueva.
Orquesta de Manuel Villanueva.

Las orquestas de Julio Lastra (Los Olímpicos) y la de Ramón Ropaín les permitieron trabajar para no tener dificultades económicas, además de hacer algunos turnos en la formidable Orquesta Emisora Atlántico Jazz Band. Y la Orquesta Rumba Habana, de Cuba, contratada por el famoso Jardín Águila por una larga temporada a finales de los años 40, también le fortaleció su crédito de excelente trompetista. En 1950, Manuel Villanueva es solicitado, en Cartagena, por la Orquesta A N°1, donde ejerció su función instrumental con Edrulfo Polo y Joaquín Marrugo. Entre tanto, Dámaso Tobinson, director de la Orquesta Melodía, lo vinculó a su agrupación como instrumentista emergente y arreglista consejero. Pero Ramón Ropaín nunca olvidó al buen trompetista de Barrancas del Rey. El pianista cienaguero lo llevó a Bogotá en 1951, con un buen contrato, para que fuera la primera trompeta en su cotizada agrupación, trabajo que alternó con la orquesta organizada por el cantante cubano Pepe Reyes a mediados de este decenio.

 

Sin embargo, Toño Fuentes, con su hermano Curro, ante la necesidad que tenía el sello discográfico de la familia porque Clímaco Sarmiento y Juancho Esquivel no daban abasto por el creciente trabajo empresarial en sus producciones, el nombre de Manuel Villanueva fue el que más peso tuvo al momento de reforzar la nómina de sus arreglistas, compositores y directores. Ello hizo que la Orquesta de Pedro Laza y sus Pelayeros, la Sonora Curro, la Orquesta Emisora Fuentes, la Sonora Suprema y el Mariachi de César Castro tuvieran su protagónico papel de instrumentista y creador artístico.

 

Por su buen fundamentado profesionalismo en el ejercicio musical, el hijo de la niña Justa, como le decían en su natal terruño, tuvo la agraciada oportunidad de conformar su propia agrupación ante el ofrecimiento salido de Discos Tropical de Barranquilla, a finales de 1958. Estando en esta nueva función, pudo conocer a Eliseo Herrera y Joe Arroyo, siendo unos cantantes y compositores que hicieron de la calle un buen camino para hacer conocer sus dotes musicales, quienes, por primera vez, grabaron sus voces con la notable dirección del maestro Manuel Villanueva.

 

Al ser este trompetista un artista exclusivo del sello fonográfico barranquillero, la empresa CBS lo contactó para grabar unos temas orquestales del Caribe colombiano, algo que, por obvias razones, no podía hacer. Pero pudo más la picardía con la que nació para cumplir con lo que le habían ofrecido. Así surgió la agrupación de estudio Los Piratas de San Felipe que, comandada por Manuel Villanueva, fue mucho lo que aportó en la alegría y el baile de los costeños con tan pocas piezas. Sus trompetistas fueron Armando Galán y su hijo Óscar, residente actualmente en Malambo (Atlántico).

 

Ahora, estimados melómanos, después de este sucinto peregrinar por su vida artística, permítanme programarles dos temas musicales donde el metálico instrumento del maestro Villanueva suena pletóricamente. Ellos, son: con la Orquesta de Pedro Laza y sus Pelayeros, el paseaíto “Baranoa” (Carlos Gómez),  vocalizado por Félix Mattos (El Chamaco); luego, con su orquesta, en el fandango “El toro pando” (c.n.i.), donde cantó un niño llamado Joe Arroyo, pues tenía, en ese histórico día, 14 años de edad. Qué maravilla.

 

Un fuerte abrazo caribeño a todos. Hasta la próxima “pildorita”. Y que disfruten, alegremente,  esas dos piezas.

 

Barranquilla, 21 de Mayo de 2018.

Baranoa (Carlos Gómez)  Félix Matos y Orq. Pedro Laza - Paseaito.

El toro pando (Rafael Grandet)  Joe Arroyo y Manuel Villanueva - Fandango.


43. Gerardo Arellano, Tenor Clásico.

 

Por: Jaime Suárez C.

Gerardo Arellano y su hijo Federico.
Gerardo Arellano y su hijo Federico.

Estudiante de música de la Universidad Nacional de Colombia y perteneciente a la estudiantina de la misma universidad, perfeccionó su voz en Italia, fue muy aplaudido en Colombia durante las décadas del 70 y del 80, conformó con su hermana Beatriz un hermoso dúo musical.

 

En su corta existencia realizó pocas grabaciones, la mayoría con el maestro Eduardo Cabas.  Había nacido en Buga (Valle del Cauca) el 24 de diciembre de 1946 y falleció a causa de un atentado que se le hizo al avión en el que viajaba de Bogotá a Cali el 27 de noviembre de 1989.

 

Sea esta la ocasión, para que con esta píldora musical, recordemos a este magnífico cantante colombiano, con la pieza del maestro Antonio María Peñaloza “Te olvidé”.

 

Cali, 15 de mayo de 2018.

Te olvidé (Antonio María Peñaloza)  Gerardo Arellano & Orq. Eduardo Cabas - Garabato - 1985.

42. Armando Galán Gravini.

 

Por: Arnold Tejeda Valencia.

 

Pacho Galán, llamado el Rey del Merecumbé, tuvo tres hijos con su esposa Carmen Gravini. Dos de ellos fueron músicos profesionales: Francisco, que fue un destacado bajista, y Armando, conocido por su historial trompetil en la música popular del Caribe colombiano. Por este motivo, el último de ellos será resaltado por ser parte del importante grupo de los buenos trompetistas que en esta página electrónica de ACME se ha considerado.

 

En su hogar el niño Armando, convertido en adolescente cuando el tiempo así lo estimó, estuvo rodeado de instrumentos musicales de cuerdas y metales, los que manoseó por su insaciable curiosidad en esos años de aprendizaje. Ellos fueron vitales en la construcción temprana de su propio mundo con base en las objetividades que les permitieron acumular los conocimientos que le inclinaron a ser un músico profesional cuando alcanzó la edad adulta. Y en su comprensivo padre encontró al primer orientador de sus inquietudes por la trompeta en los apretados ratos libres de los que gozaba el “maestro”, como siempre lo llamó.

 

A los 12 años, cuando las aulas del colegio Salesiano San Roque de Barranquilla lo acogió para sus estudios secundarios, Armando Galán ya hacía de la trompeta su medio lúdico para no prestarle atención a los juegos de sus compañeritos escolares. Frisando los 15 años, tuvo de instructor al músico Julio Lastra, director de la Orquesta Los Olímpicos, que tenía su sede cerca del colegio donde estudiaba en el barrio San Roque, lo que le facilitaba su regreso a Soledad en horas tempranas de la noche. Un año más tarde, vistió el uniforme de esa orquesta. Transcurría el año 1951.

Armado Galán - Revista Melómanos No. 42 - 2008
Armado Galán - Revista Melómanos No. 42 - 2008

El viejo Pacho, entre tanto, le controlaba sus  dos frentes de vida. Pero al cumplir 18 años, definitivamente la música le hizo el llamado profesional de tiempo completo. Integrando la Orquesta Nuevo Horizonte, dirigida por Lucho Rodríguez Moreno, se matriculó en la Escuela de Bellas Artes para disfrutar de los conocimientos del cuerpo docente liderado por los italianos Pedro Biava y Guido Perla, además del colombiano Alejandro Barranco. Terminado sus estudios musicales de maestro, su padre lo llevó a Medellín para que lo acompañara en la Orquesta de Ramón Ropaín, ciudad en la que conoció a otro gran músico de Colombia: Edmundo Arias.

 

Con la dirección del bajista de Tuluá hizo algunos trabajos en estudios de grabación con su orquesta y con la Sonora Cabecenido, donde compartió con César y Alfredo Pompeyo (Tarzán) la cuerda de trompetas. En Medellín también pudo interactuar profesionalmente con los trompetistas Manuel Cervantes, Rafael Valera, Miguelito Ospino y el cubano Alberto Díaz, de quienes pudo acumular experiencias provechosas para su profesión. Ante el éxito del aporrado merecumbé “Ay cosita linda” en su primera versión en Discos Sonolux, año 1955, el pueblo melómano y bailador de Colombia quería conocer la rotulada Orquesta de Pacho Galán, que solo había pasado por el estudio de grabación con músicos de las orquestas de Lucho Bermúdez y Ramón Ropaín.

 

Por la inmediatez de este hecho, que muchos fueron los contratos que le surgieron, el creador del merecumbé hizo regresar a su hijo Armando a Barranquilla para que comenzara a seleccionar los músicos que estuvieran a la altura del exigente compromiso. De todos es sabido que la Orquesta Nuevo Horizonte, en pleno, se convirtió en la nueva agrupación dirigida por el gran maestro soledeño, que tuvo de trompetistas a Rafael “Chicho” Medina, Manuel de J. Povea y Narciso Martelo. Eso no permitió que Armando Galán  tuviera cupo en ese instante. Y por los problemas de salud que tuvo el trompetista Orlando Fortich en Bogotá cuando se desempeñaba como instrumentista en la Orquesta de Pepe Reyes, cantante cubano que se instaló en el país un par de años, pudo Armando Galán cubrir esa vacante dirigido por otro de los grandes trompetistas de Colombia, Manuel Villanueva.

 

En la capital de la República, el joven trompetista también trabajó con un grupo conformado por el cantante cartagenero “Poli” Martínez, corista de la Orquesta de Pepe Reyes. En esas anduvo Armando Galán hasta 1958, cuando entró oficialmente a la nómina de la agrupación de su padre, al lado de los versados “Chicho” Medina y Manuel de J. Povea en su apreciado metal, ya que Narciso Martelo retornó a Santa Marta con su hermano Carlos Arturo para reforzar la orquesta de la familia, pues el ritmo del “jalaíto” ya rondaba por sus cabezas. Para no alargar esta Píldora, este fue el inicio del cimero camino artístico de Armando Galán en sus ejecutorias trompetiles, compositoras y orquestadoras. En los años 60, creó El Combo Galán con músicos de la orquesta de su padre, cuyas voces fueron lideradas por Alí Pérez, Efraín Martínez y la caleña Rosa Valencia, plasmadas ellas en un par de elepés editados por el sello CBS.

Armando Galán y su trompeta.
Armando Galán y su trompeta.

 Convertido en un ducho músico por el dominio que ejerció con la trompeta, Armando Galán fue apetecido por las más importantes casas disqueras del país para acompañar a muchas organizaciones orquestales de sus catálogos. En Discos Tropical, se le escuchó en ingentes grabaciones con Aníbal Velásquez y la Orquesta de Lito Barrientos, aquel salvadoreño que animó muchos carnavales curramberos. Respecto al sello Fuentes, su agrupación insigne, la Orquesta Emisora Fuentes, y la Sonora Curro, cuando fueron dirigidas por su padre, también tuvieron sus zumbidos con la trompeta. Y más recientemente, lo hizo con las bandas de Joe Arroyo, Hugo Molinares y Gabriel Romero.

 

Otro tanto realizó el destacado trompetista en los inicios de “Checo” Acosta con el Conjunto Calisón, dirigido por Hugo Molinares, en la empresa fonográfica Sonolux. Con este mismo director, Armando Galán grabó el elepé con el Conjunto Caribeño donde ha sido bastante zapateado el tema “A pleno sol”, de la autoría de este pianista barranquillero con la exquisitez vocal de Jaime Manjarrez. Y en CBS, aparece registrado el trompetista de este escrito grabando con Los Piratas de San Felipe, orquesta de estudio que dirigió Manuel Villanueva.

 

En la larga carrera artística de Armando Galán, no podemos pasar por alto sus trabajos con la Orquesta La Renovación, del pianista Eduardo Jinete, y la Orquesta de Zoila Nieto, una buena cantante de nuestro Caribe. Pero lo más grande que hizo este insigne músico fue el de haber sido la primera trompeta de la Orquesta de Pacho Galán por más de 20 años, en unos 40 elepés. Por esa calidad que siempre mostró, el baterista colombiano Roberto Plá lo invitó a pasearse por Inglaterra y el sureste de Asia con su grupo de jazz en varias oportunidades, mientras que Cuco Valoy y Ricardo Ray cuando se presentaban en Colombia no podía faltarles la trompeta de Armando Galán en sus grupos.

 

Por su excelente preparación académica en los avatares profesionales del arte musical, este formidable artista hizo una brillante labor docente en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico, donde logró disfrutar de su pensión de vejez por algunos años. El 8 de septiembre de 2013 murió, cuando contaba 78 años. Honrar su vida de notable músico nos permite hacerle el reconocimiento que merecen sus ejecutorias, que nunca podrán ser olvidadas. Su trompeta será escuchada, a continuación, en dos piezas: la titulada “Dulce vida”, tema instrumental de origen italiano (Dino Verde-Nino Rota), que Pacho Galán arregló como paseaíto; y “Se rompió el paraguas”, una pachanga interpretada por Los Piratas de San Felipe, con el vocal de Joe Hurtado, en la que funge de autor Crescencio Camacho.

Un fuerte abrazo sonoro, mis amigos…

 

Barranquilla, 08 de abril de 2018.

Dolce vida (Dino Verde)  Orquesta Pacho Galán - Paseaito.

Se rompió el paraguas (Crescencio Camacho) Los Piratas de San Felipe - Pachanga.


41. Quiéreme siempre.

 

Por: Jaime Suárez C.

 

En octubre de 1957, casi simultáneamente salen dos versiones de la canción “Love me forever”, composición musical de Gary Lynes y con letra de Beverly Guthier, la primera versión del grupo “The Four Esquires” y su segunda versión en la voz de la bella cantante Eydie Gorme, fue un éxito inmediato.

 

El tema fue conocido en Latinoamérica y no fue una excepción para los artistas latinos que pudiera ser grabado en su versión en español, rápidamente tuvo amplia acogida y en 1958 la grabó el grupo argentino “Los 5 Latinos” y en Cuba, en 1959, la grabó la popular Orquesta Aragón con las voces al unísono de Rafael Lay, José Antonio Olmo y Rafael Bacallao en tiempo de Bolero Cha, la letra en español fue una adaptación de la original en inglés del argentino Ben Molar.

 

Sea esta píldora una ocasión para recordar tres versiones de esta bella pieza musical: Eydie Gorme, Los 5 Latinos y La Orquesta Aragón.

 

Cali, 08 de abril de 2018.


Orquesta Aragón: Olmo, Bacallao y Lay.
Orquesta Aragón: Olmo, Bacallao y Lay.

Quiéreme siempre (Gary Lines)  Orquesta Aragón - 1959.

Los 5 Latinos.
Los 5 Latinos.

Quiéreme siempre (Gary Lines)  Los 5 Latinos - 1958.


Steve Lawrence & Eydie Gorme - 1958.
Steve Lawrence & Eydie Gorme - 1958.

Quiéreme siempre (Gary Lines)  Eydie Gorme - 1957.